Proceso de crecimiento consciente. ¿Qué pasa si no lo tienes?

Growth como proceso consciente en las empresas

El crecimiento, en la mayoría de los casos, no es algo que simplemente “te encuentras”. Aunque depende de muchos factores, en su mayoría externos e incontrolables, en entornos cada vez más competitivos y caóticos, ¿no es más inteligente tener un enfoque consciente, metódico y estructurado para lograr ese crecimiento que tanto deseas?

No quiero decir que los negocios no están buscando crecer (en la mayoría de los casos). Lo que quiero puntualizar es que si no se pone el crecimiento de forma consciente, intencional y específica en la manera como las empresas piensan y operan, este se convierte en un subproducto, una consecuencia colateral y no en un tema central de la acción  empresarial y objetivo permanente para los equipos de trabajo.

Un proceso de crecimiento consciente y metódico es esencial si quieres que tu emprendimiento, tu empresa o tu producto realmente avancen.

Antes, un poco de psicología.

Vale la pena entender cómo la conciencia de un problema o un proceso puede mejorar significativamente el desempeño, tanto individual como de tu equipo.

La psicología nos enseña que ser conscientes de lo que enfrentamos activa mecanismos cognitivos y emocionales que optimizan la ejecución y aumentan la motivación. Esto aplica al ámbito personal y en lo empresarial.

La rutina, los silos funcionales y la resistencia al cambio nos llevan a operar en modo de «piloto automático», lo cual hace fácil caer en patrones repetitivos que nos limitan. Pero cuando nos hacemos conscientes de un problema, un objetivo o un proceso, pasamos de lo automático a lo intencional, mejorando nuestro enfoque y la toma de decisiones.

Según Baumeister y Tierney (2011), la fuerza de voluntad y el autocontrol son mucho más efectivos cuando las personas son conscientes de lo que están tratando de lograr. Esta conciencia te va a permitir hacer ajustes continuos del comportamiento y la identificación temprana de errores o áreas de mejora.

Además, al tener claros los objetivos y metas, el sentido de propósito y el compromiso con las tareas se aumentan. De hecho, Locke y Latham (1990), en su teoría de establecimiento de metas, demostraron que los individuos que persiguen objetivos específicos y bien definidos tienen un mejor rendimiento que aquellos con metas vagas o sin metas.

Esta visión más clara también fomenta la autoeficacia, pues la creencia en nuestra capacidad de alcanzar objetivos es clave para el éxito. Ser conscientes tanto de los obstáculos como de las metas fortalece esta creencia, lo que se traduce en una mayor confianza y, en última instancia, mejores resultados, como lo señala Bandura (1977)

Entonces, si entendemos que la conciencia del proceso, del problema y de las metas nos permite realizar ajustes continuos, enfocarnos en los aspectos más críticos y aumentar nuestra motivación, ¿cómo podemos aplicar estos principios al crecimiento? Aquí es donde aplicar los procesos de growth de forma consciente te va a ayudar a lograr tus objetivos.



Consecuencias de no hacer consciente el proceso de crecimiento

Como decía antes, el proceso de crecimiento consciente no es un lujo para las empresas, es una necesidad. Sin él, los esfuerzos tienden a dispersarse y se pierde la capacidad de predecir y maximizar resultados

Aquí tenemos solo algunas de las consecuencias de no contar con un proceso de growth estructurado y consciente:

Riesgo elevado por la falta de experimentación controlada

Uno de los errores más comunes es pensar que la estrategia de crecimiento debe ser una sola y definitiva. Nada más lejos de la realidad. El crecimiento requiere experimentación constante, y no cualquier tipo de experimentación, sino aquella que se realiza en ambientes controlados para minimizar el riesgo.

Cuando no se experimenta conscientemente, se pierde la oportunidad de probar diversas estrategias y tácticas para medir su viabilidad e impacto antes de comprometer grandes recursos.

Las empresas que no experimentan de manera controlada corren el riesgo de realizar inversiones significativas en cambios que, al encontrarse con la cruda realidad del mercado, no ofrecen los resultados esperados. 

Peor aún, al no experimentar, las compañías también pierden la oportunidad de identificar los canales, métodos y tácticas que mejor funcionan en el momento puntual del negocio, desperdiciando potenciales apalancamientos de bajo costo y alto impacto.

El proceso de growth se basa en hacer pruebas pequeñas y constantes, ajustando las estrategias en función de los resultados y repitiendo el ciclo con mejoras. 

En términos de mitigación de riesgos, esto es clave: se reduce la probabilidad de grandes fracasos porque cada paso está cuidadosamente monitoreado y ajustado en el camino, se aprende de los errores y se encuentran las acciones y cambios con alto potencial para el crecimiento.

Crecimiento estancado por falta de iteración

Si una empresa no tiene un proceso continuo de iteración y ajuste, no se aprovechan al máximo las oportunidades.

Los resultados de los experimentos de las tácticas y estrategias de crecimiento, ya sean exitosos o no, deben ser constantemente revisados y ajustados para maximizar su potencial. 

Esto se conoce como incrementalidad: la acumulación de resultados a lo largo del tiempo. En un proceso iterativo, las pequeñas victorias se acumulan, creando un impacto compuesto que puede transformar el rendimiento de una empresa de forma dramática.

Sin un proceso de crecimiento consciente, es fácil caer en la trampa de «encontrar una estrategia ganadora» y quedarse con ella sin cuestionarla. Sin embargo, la falta de experimentación y ajuste lleva al estancamiento. Como dice el famoso refrán: «Lo que no crece, muere». Y en este caso, lo que no se ajusta, eventualmente deja de funcionar.

Falta de predictibilidad y medición de resultados

Una de las mayores ventajas del implementar conscientemente una estrategia de growth es la capacidad de predecir resultados con mayor exactitud. 

Si bien es imposible predecir el futuro con total certeza, un enfoque basado en la experimentación constante y en el análisis de datos permite a las empresas tener una idea clara de lo que pueden esperar basados en hechos y aprendizajes reales para tomar decisiones, asignar recursos y planificar a largo plazo.

Las empresas que no cuentan con un proceso claro de crecimiento pueden operar en la oscuridad y sin saber qué esperar de sus esfuerzos. Esto no solo genera incertidumbre, sino que también hace difícil evaluar qué está funcionando y qué no. Como resultado, se desperdician recursos en iniciativas que no aportan valor.

Pérdida de Enfoque en los Puntos Clave del Momento

En cada etapa de la vida de una empresa, hay puntos clave que requieren atención. Por ejemplo, en los primeros días, puede ser la adquisición de clientes. Más adelante, puede ser la retención o la expansión a nuevos mercados. Sin un proceso de crecimiento consciente, las empresas a menudo pierden de vista estos puntos críticos y terminan gastando tiempo y recursos en áreas que no generan el mayor impacto.

Un proceso de crecimiento consciente permite a las empresas enfocarse en lo que importa en cada momento, ajustando las prioridades y estrategias en función de las necesidades del negocio. Esto asegura que los esfuerzos estén alineados con los objetivos estratégicos y que los recursos se utilicen de la manera más efectiva posible.



Cómo Hacer el Proceso de Growth Consciente y Visible en la Empresa

Cuando hablamos de hacerlo consciente, queremos resaltar algunos aspectos del proceso y forma de pensar de growth, que te permitirán implementar algunas prácticas y mecanismos que no solo impulsan el crecimiento, sino que lo hacen visible y entendible para tu equipo. 

Para lograr esto, es esencial que tanto los equipos como los líderes comprendan y se alineen en torno a las estrategias clave que permiten un crecimiento sostenido y predecible. 

Definir y Compartir una Métrica Central de Crecimiento (North Star Metric)

Una de las primeras acciones para hacer visible el crecimiento en toda la empresa es definir una métrica central de crecimiento o North Star Metric. Esta métrica es un indicador clave que refleja el valor principal que tu producto o servicio ofrece a los clientes. Todos en la empresa deben comprender qué significa esta métrica, cómo se mide y cómo cada departamento contribuye a su mejora.

Al tener una métrica clara y visible, todos trabajan con un propósito común, lo que alinea los esfuerzos y mejora la colaboración interdisciplinaria (algo de psicología).

Crear un Equipo de Growth Multifuncional

El growth no es responsabilidad de un solo equipo o departamento y menos de un lobo solitario que aparece de vez en cuando con una idea para experimentar.

Un verdadero equipo de growth está compuesto por personas de diversas áreas (producto, marketing, producto, datos, ventas) que trabajan de manera coordinada para experimentar, analizar y ejecutar estrategias que impulsan el crecimiento.

Tener un equipo multifuncional facilita una visión integral y permite que el crecimiento se vea desde diferentes perspectivas, asegurando que se adopten enfoques holísticos y no aislados.

Siempre he sostenido que toda la empresa es parte del equipo de growth, pero este “cuerpo élite” es el encargado de canalizar y hacer que lass cosas pasen en materia de crecimiento.

Establecer un Proceso Iterativo y Basado en Datos

El crecimiento consciente requiere un proceso iterativo que permita ajustar continuamente las estrategias basadas en datos reales. Es fundamental que cada experimento de growth se documente, mida y analice para entender qué funcionó y qué no. Las decisiones no se toman por corazonadas, sino basadas en datos y evidencia clara.

Este proceso sigue los siguientes pasos:

  • Análisis: Recopilación de datos para identificar oportunidades o problemas.
  • Ideación: Generación de hipótesis sobre cómo mejorar o resolver esos problemas.
  • Priorización: Evaluación de las hipótesis con base en su impacto potencial y esfuerzo necesario.
  • Experimentación: Implementación y ejecución de experimentos para probar las hipótesis.

Repetir el proceso e implementar a mayor escala en función de los resultados obtenidos.

Un enfoque iterativo permite ajustes constantes y mejora progresiva de las métricas clave, fomentando un crecimiento acumulativo e incremental.

Comunicar los Progresos de Manera Transparente

Para que el crecimiento sea consciente y visible, es fundamental que los progresos y resultados se comuniquen de manera clara y regular en toda la organización. Esto se puede lograr a través de dashboards en tiempo real, informes semanales o reuniones en las que el equipo de growth comparte los aprendizajes y avances.

Recomendación de la casa: "Cuando el experimento es exitoso, compartirlo dando crédito a los autores y ejecutores; cuando no funcionó, compartir el aprendizaje sin hablar de las personas.”

Al comunicar regularmente los progresos, se fomenta una cultura de transparencia y responsabilidad. Los empleados entienden cómo sus acciones impactan en el crecimiento y se sienten más motivados a contribuir.

Incorporar la Cultura de Experimentación en Toda la Empresa

El crecimiento consciente requiere una cultura de experimentación en toda la organización. Esto significa que todos los equipos, no solo el de growth, deben sentirse empoderados para proponer experimentos y probar nuevas ideas. Una organización que fomenta la experimentación continua es más ágil, aprende más rápido y responde mejor a los cambios del mercado.

Fomentar la experimentación incentiva la creatividad y la innovación, y asegura que la empresa esté siempre buscando nuevas oportunidades de crecimiento.

Monitoreo y Ajuste Constante de Estrategias

El growth no es una estrategia estática, sino un proceso dinámico que requiere monitoreo constante y ajustes en función de los resultados obtenidos. Esto incluye tanto los experimentos como las estrategias más amplias de crecimiento. A medida que la empresa evoluciona y el mercado cambia, es esencial adaptar las tácticas para seguir siendo competitivos.

Monitorear y ajustar constantemente, asegura que la empresa permanezca optimizando su crecimiento y maximizando su rendimiento siempre.



Growth Consciente: Visibilidad, participación y compromiso.

En última instancia, el growth es un proceso continuo que permite e incentiva ajustes constantes. 

Tu empresa debe, no solamente estar preparadas para experimentar, medir y ajustar constantemente sus esfuerzos si quieren lograr un crecimiento sostenido, sino para que todos los involucrados conozcan el proceso y participen activamente para generar una disciplina donde lo más permanente es el cambio. 

El proceso de growth consciente asegura que cada paso esté alineado con los objetivos estratégicos, que las decisiones se tomen basadas en datos y que los recursos se utilicen de manera inteligente.

Si deseas que tu empresa crezca de manera sostenida, no esperes que las cosas sucedan;  adopta un enfoque consciente, iterativo y metódico de crecimiento